Título: Más enfocados
Publicación: BrotaConsult
Autor: Carla García
Fecha: 23 de Abril 2022
Pareciera que la distracción es la norma de la actualidad y no deberíamos conformarnos esta forma de estar (o no estar) en la vida. Sin una atención sostenida, es muy difícil ser efectivos en nuestro trabajo. Nos lo debemos a nosotros, a nuestros compañeros y también a nuestros clientes.
Si mientras realizamos una actividad laboral estamos pensando en qué cocinaremos en la noche o recordando la noche anterior, nos estamos robando potenciales buenos momentos sobre nuestro oficio y valiosas horas de vida en tiempo real.
Un monje tibetano y fundador de la Naropa University, Chögyam Trumpa, explica que una persona puede ser capaz de hacer su trabajo sin interrupción y la meditación apoya este enfoque. Trungpa es un defensor del enfoque holístico del mindfulness, alentándonos a hacer cada tarea, por mundana que parezca, con toda nuestra atención. Gracias a ello, explica, si te estas preparando una taza de té, estas en completo contacto con el proceso: que tipo de té vas a tomar, que clase de endulzante utilizarás, en qué taza lo beberás. Desarrollar esta atención presente es cuestión de relacionarse con las pequeñas cosas, lo cual no es un tremendo esfuerzo.
Esta actitud no solo nos ayuda en el trabajo, sino en cualquier otra actividad. Cuando estamos en el trabajo, debemos trabajar, no perdernos en sueños sobre nuestra vida personal. Y si estamos disfrutando de un momento con nuestros hijos, tenemos que dedicar nuestra completa atención a ellos, no pensar en el trabajo. Es así, que no se trata de excluir actividades o eliminar el uso de la tecnología, trata de hacer lo que sea que estemos haciendo con consciencia plena y de esta manera nos convertimos en personas más eficientes.
Sin embargo, la pura voluntad no es suficiente, entrar en la cadena de pensamientos que nos sacan del presente es más fácil de lo que nos imaginamos, por eso requerimos entrenar nuestra atención, siendo la meditación un camino probado empíricamente hace más de 2.500.000 años y con una vasta evidencia científica en los últimos 30 años.
La práctica de mindfulness fortalece nuestros músculos mentales, dándonos la habilidad para sostener y enfocar nuestra atención y ahondar nuestra concentración. Lo que básicamente hacemos en este entrenamiento es llevar nuestro foco hacia un ancla, como por ejemplo la respiración, una y otra vez. Cuando nos damos cuenta de que la mente se ha distraído y se encuentra divagando en pensamientos sobre el pasado o fantasías sobre el futuro, la invitamos amablemente a volver a la respiración. Y aunque suena muy sencillo, al inicio requiere disciplina y esfuerzo para hacer una práctica regular sin importar el estado de la mente en ese momento. La buena noticia es que si logramos establecer está práctica de forma diaria, somos cada vez más hábiles en permanecer enfocados en lo que estamos haciendo y esta sencilla práctica es un forma muy poderosa para recablear nuestra mente y hacerla más estable.
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