Título: Cómo lidiar con personas difíciles (y no convertirse en una). Parte 1

Publicación: BrotaConsult

Autor: Carla García (Psicóloga contemplativa)

Fecha: 31 de Marzo, 2022

«Aunque la gente piensa que está peleando por esto o aquello, generalmente están peleando por la identidad, por el derecho de cada uno a ser quien esN. Fischer

En esta entrada, y las que le siguen a este bloque, destacaré distintas propuestas para gestionar las relaciones difíciles a través de las enseñanzas de maestros de la sabiduría budista y contemplativa.

Hoy revisaremos una estrategia propuesta por Karen Kissel, ella es psicóloga y docente de la Naropa University.

Todos tenemos experiencias de haber lidiado con personas difíciles y creo que estarás de acuerdo conmigo en que nadie quiere ser una de ellas. Sin embargo, nuestros esfuerzos generalmente están enfocados en modos para cambiar o controlar al otro y por lo tanto los resultados poco dependen de nosotros, además que nos convierten en alguien también difícil para la otra persona. Por eso lo que aquí se propone es distinto y a mi parecer más cercano a nuestras posibilidades reales.

Muchas tradiciones nos animan a ponernos en los zapatos de los otros o a tratarlos como nos gustaría que nos traten. Sin embargo, no es una tarea fácil y la psicología contemplativa puede ayudarnos a entrenar estas habilidades. “A través del espejo vacío” es un ejercicio que desarrolla la compasión dirigida hacia aquellos con los que lo hemos pasado mal, mientras al mismo tiempo nos suaviza y nos hace menos difíciles para los demás.

Aunque en esta entrada no revisaremos el ejercicio tal cual, ya que debería tener una primera guía a cargo de un psicólogo experto en prácticas contemplativas, lo que interesa es que podamos comprender en una primera instancia cómo la contemplación tiene la cualidad de tocarnos y abrir nuestros corazones en situaciones donde se ha cerrado o congelado. Algunas veces puede cambiar la vida de las personas, como por ejemplo para quienes han terminado relaciones con algún familiar cercano y luego de la práctica regular de la meditación y la compasión, han decidido retomar contacto, incluso con mayor profundidad que en el pasado. Esto no quiere decir que no existan relaciones tóxicas que requieran cierta distancia; quiere decir que para sanar las relaciones requerimos perspectiva y un corazón abierto, solo así se abre paso la ecuanimidad y podemos optar por mejores vías relacionales, y este es el camino que sigue la terapia contemplativa.

La práctica del “espejo vacío”, que propone Kissel, es un ejercicio sencillo donde en una meditación acompañada por el terapeuta se nos va invitando a encarnar a la persona difícil, abriendo el espacio de comprensión del problema al mirar desde el lugar de la otra persona. Es una práctica donde podemos no solo intuir, sino sentir sensaciones, emociones y pensamientos que puedan estar presentes desde la visión opuesta, lo que va produciendo cambios internos que amplían nuestra perspectiva.

Muchas personas logran darse cuenta de que lo que la otra persona pide de una misma es algo que podemos ofrecer, mientras otras pueden notar que en este momento es algo fuera de discusión. Lo importante no es si damos o no lo que el otro necesita, sino que esta práctica puede ayudarnos a dejar ir nuestras ideas fijas sobre las otras personas y nos habilita para verlas con mayor perspectiva, sin juicios, etiquetas o estereotipos que construimos alrededor de ellas. Puede ayudarnos a abrir nuestro corazón y ser menos difíciles para los demás.