Título: Sobre la postura de meditación sentados

Publicación: BrotaConsult

Autor: Carla García

Fecha: 10 de Marzo 2022

“Independientemente de que nos sentemos en el suelo o en una silla, la postura es muy importante para la práctica de meditación. Puede ser un apoyo externo para el cultivo de una actitud interna de dignidad, paciencia y aceptación de uno mismo”. Jon Kabat- Zinn

La postura es un aspecto fundamental de la práctica, incluso los practicantes expertos destinan varios minutos al inicio de su meditación para alinear la postura con atención plena, lo que les permite ir poco a poco asentando una actitud relajada y atenta.

Son varios los aspectos que debemos tomar en cuenta, y entre ellos los más importantes son mantener la espalda erguida y la cabeza un poco recogida. Pero partamos por estabilizar la base de la postura. Si estamos en un cojín ambas piernas y rodillas tocan el suelo, mientras vamos soltando las tensiones innecesarias, para ello utilizar elementos de apoyo como cojines, mantas u otros accesorios pueden ayudarnos a conseguirlo. Si en cambio elegimos meditar en una silla, debemos mantener las plantas de los pies bien asentadas en el piso y las piernas en un ángulo de 90°.

Luego nos enfocamos en relajar la pelvis y disminuir la tensión en la zona lumbar, recogiendo un poco el pubis hacia adelante, desde ahí, vamos alineado una a una las vértebras tratando de que la espalda se mantenga vertical, levantar suavemente el esternón con cada inspiración puede ser de gran ayuda para este proceso. Es importante también relajar hombros, brazos y manos, apoyándolos en las piernas o el regazo, en la medida que vamos alineando la espalda.

Finalmente enderezamos la cabeza, recogiendo suavemente el mentón hacia el esternón para disminuir la tensión cervical, mientras elevamos la coronilla hacia el cielo. Entonces soltamos todo aquello que esté de más y dejamos que el cuerpo vaya entrando poco a poco en la inmovididad.

Parece un proceso complicado y tedioso, no obstante si se practica, cada vez es más fácil e intuitivo. Lo interesante es que adoptar esta postura, incluso cuando no estamos en una práctica formal, puede ayudarnos a mantener una actitud atenta y abierta, como por ejemplo cuando vamos a tener una conversación desafiante. Kabat-Zinn explica que la postura constituye el correlato físico de las actitudes internas de aceptación, confianza en uno mismo y atención despierta que queremos cultivar, es así que brindarle atención y espacio, son factores clave para cultivar estas mismas actitudes en la vida cotidiana.

Suele pasar, especialmente al principio, que transcurrido un tiempo en quietud aparezcan molestias y la postura no sea tan fácil de mantener. Cuando esto sucede nuestra tendencia es a movernos y corregir automáticamente aquello que nos incomoda. Sin embargo, no hacerlo es tremendamente valioso para aprender sobre nosotros mismos. Observar e indagar la forma en la que actuamos durante momentos de incomodidad, nos permite aprender acerca de nuestros impulsos y patrones de respuesta automática, mirarlos profundamente con una actitud curiosa, nos ofrece la posibilidad de convertimos en nuestros propios maestros en el camino de construcción de una vida más plena.

Finalmente quiero dejarte algunas imágenes que puede ayudarte a diferenciar entre aquellas posturas que pueden ayudarte, o no, a conectar mente-corazón-cuerpo.

(Figura 1: Posturas no recomendables)

Las posturas de la Figura 1 pueden dejarnos un fuerte dolor de cuerpo, especialmente en la columna y el cuello, en lugar de ayudarnos a meditar. Además, son muy difíciles de sostener por largos periodos de tiempo

Que aspectos debemos evitar:

  1. Superficies blandas como la cama, afectan la estabilidad y alineación
  2. Que la cabeza caiga hacia atrás o adelante, es muy peligroso y puede provocar serias lesiones
  3. Desalineación de piernas, brazos y columna, pueden producir dolor y lesiones
  4. Usar elementos que nos saquen de la realidad, no aprendemos a estar con lo que sucede y conectar con el presente tal cual es. Colocar elementos en la cabeza puede tensar el cuello y producir lesiones.
  5. Tener las rodillas más elevadas que la cadera y apoyadas sobre los pies puede generar dolor lumbar y adormecimiento de las piernas.

(Figura 2: Posturas recomendables)

Las posturas de la Figura 2 nos ayudan a meditar mientras cuidamos el cuerpo. En todas ellas la columna está alineada y no existen tensiones más allá que las mínimas necesarias para poder mantenernos rectos, cómodos y despiertos por largos periodos de tiempo.

¿Cuál es la más recomendable?? ¡La que mejor nos siente! Todas son buenas mientras nos sintamos cómodos en ellas, cada cuerpo es un mundo y acá te presentamos varias opciones que pueden ayudarte a meditar con una disposición abierta y despierta mientras tu cuerpo permanece quieto y estable.

Te invitamos a que nos hagas preguntas para ayudarte a encontrar la mejor postura para ti.

¡Buena práctica!